jueves, 12 de febrero de 2015

Amarse a sí mismo ¿quién soy yo?

¿Quién no se ha preguntado eso alguna vez? ¿quién soy yo? seguramente complementando esta cuestión con estas otras ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? ¿qué hago en esta vida o en este planeta? ¿existe Dios? si existe ¿quién o qué es? ¿venimos a este mundo con alguna "misión"?..
Cuando el ser humano comienza a plantearse esas preguntas que al principio, parecen no tener respuesta, estas acaban tornándose interminables pues una pregunta se engarza con otra a modo de respuesta y esta a la siguiente dando lugar a un collar de preguntas retóricas sin final aparente.
La humanidad desde que tiene consciencia se está haciendo estas mismas preguntas que gracias al avance de las ciencias podemos ir contestando una a una y que en algunas ocasiones debemos contestarlas con la precaución que nos pide la ciencia en constante evolución.
Pero ¿quién soy yo? ¿quién es usted?, la pregunta parece muy fácil de responder. "Soy Pepito Pérez, nacido en tal o cual pueblo de tal región de tal país. Soy blanco/a, negro/a asiático/a, mi cabello es de color negro, marrón, rojo, rubio, largo, corto..."
Mírese en un espejo ¿es usted esa persona? ¿de verdad?, nadie desde esta página le ha pedido su filiación, eso ya está en su D.N.I. Lo que usted está viendo reflejado en el espejo no es más que su aspecto exterior, aquello de usted que, como tarjeta de visita, los demás ven de usted.
Los demás no ven de nosotros nuestro interior algunas veces por convencionalismos sociales o culturales, otras por que sentimos vulnerables no mostramos nuestro yo verdadero ese que nos hace únicos y especiales. Ese interior que hace que no haya dos personas iguales en todo el planeta aunque sean hermanos gemelos.                                                                                           Nosotros somos según hemos vivido, somos nuestras experiencias y como las procesamos. Nosotros somos nuestro cerebro.
"Todo el mundo de visita es bueno" reza el refrán, así que muchas personas piensan que eso debe ser su vida, una banal, superficial y fugaz visita tanto en su propia vida como en la vida de los demás y en su paso por esta canica azul que llamamos Tierra.                                     ¿Qué cree usted que los demás recordaran de esa visita fugaz?, a excepción de su aspecto físico probablemente nada. Tal vez lo único que lleguen a recordar sea el inveterado egoísmo de aquella persona...¿cómo se llamaba?...o tal vez les quede en el mal recuerdo su mala educación o tal vez todo lo contrario, la amabilidad y el buen hacer de aquella persona de la que, por desgracia, no recuerdan como se llamaba.
¿Es usted esa persona? ¿tan sólo una bonita carta de presentación y nada más?                       Si usted se siente a gusto en ese papel que representa en el escenario de la vida -como ven su existencia algunas personas, como un baile de máscaras nada más- adelante, siga su camino. En cambio si usted a pesar de creerse o saberse así piensa, sabe, está convencido/a de que es usted mucho más y que le gustaría que los demás viesen en usted otras cualidades repítase la pregunta ¿quién soy yo? delante del espejo y engárcela con la siguiente cuestión que le propongo tratando de ahondar un poco más en su interior, intentando averiguar ¿quién soy yo?...
Y dígame..¿Quién es usted?
Les invito a que dejen su comentario.
Gracias.

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